Entre vertidos y deshechos: la entrevista de Lucía Cabrera sobre el Río Zahuapan

"Es necesario enfrentarse a las consecuencias directas de la contaminación para generar conciencia y motivar un cambio de comportamiento hacia prácticas más sostenibles"

Desde luego, una de las problemáticas más importantes del siglo ha sido la contaminación abrupta de los ríos y mares en México, lo cual se ha convertido en un riesgo ambiental evidente. Hablar de la contaminación de los canales de agua va más allá de la introspección de la problemática, pues es importante introducirse e involucrase en ella para poder encabezar un sentido de conciencia para quienes necesitan de este recurso. Asimismo, el Estado de Tlaxcala, específicamente en el Río Zahuapan, desde la descarga de desechos industriales hasta la contaminación plástica, genera impactos significativos en la biodiversidad, la calidad del agua y múltiples enfermedades como tumores, leucemia y cáncer; lo cual amenaza con la vida de los seres humanos, en especial de adolescentes e infantes.

   La magnitud del desafío demanda una respuesta profesional, con un enfoque tanto en la moderación inmediata de riesgos como en la construcción de un entorno sostenible para las generaciones futuras. Por ello, se realizó una entrevista el 07 de marzo del 2024, bajo el acompañamiento de Karol Cesar Santos Alcazar y Luis Emilio Hernández Juárez, con la Profesora de la Prepa Ibero Tlaxcala, Lucia Cabrera Báez, profesional en ingeniería química, que actualmente tiene una maestría en Biotecnología aplicada y una patente en proceso, quien ha propiciado la conciencia social de múltiples problemáticas que afectan de manera directa a la humanidad y el resto de los seres vivos; desde la física, química y biología, la profesara ha hecho de sus clases no solo un entorno competente sino también un espacio comprometido con la sociedad.

   En consonancia, esta entrevista tiene el objetivo de adquirir información y opiniones sobre las consecuencias de la contaminación del río Zahuapan, y su afectación directa a la salud de las personas. Esto para fomentar conciencia en la comunidad tlaxcalteca acerca de las derivaciones de esta problemática en la salud pública. Y con ello, alertar sobre las consecuencias emergentes que son derivadas de la descarga de desechos industriales en este curso de agua.

Karol Santos: ¿Cómo definiría usted la contaminación del agua?

Lucía Cabrera: Contaminante se define como cualquier agente ajeno al medio u objeto de estudio. La contaminación del agua ocurre cuando algo no propio ingresa al sistema acuático. Esto puede implicar contaminantes biológicos, químicos, sólidos, entre otros.

Emilio Hernández: ¿Cuál es su percepción sobre la importancia del Río Zahuapan en la región?

L: Claro, este cuerpo de agua debería representar al Estado. En lugares donde se considera saludable, son puntos turísticos y vitales para el riego de cultivos. Sin embargo, el río en cuestión no cumple estas funciones. Su olor inusual y la escasez de caudal son evidentes incluso para los habitantes y visitantes de zonas cercanas. La falta de flujo afecta negativamente la percepción pública de este recurso acuático en el Estado.

K: ¿Ha escuchado de enfermedades relacionadas con la contaminación del agua en nuestra comunidad o en otras del Estado?

L: Las consecuencias de usar agua contaminada en la producción de alimentos son diversas. Por ejemplo, en zonas como Tepetitla, conocida por la fabricación de mezclilla teñida, los colorantes vertidos en los cuerpos de agua no son tratados adecuadamente. Estos cuerpos de agua se utilizan para el riego local, lo que expone a los colorantes al sol, desencadenando reacciones químicas que pueden producir compuestos cancerígenos. Estos compuestos pueden ser absorbidos por las hortalizas cultivadas en la zona, como cebolla, lechuga, brócoli y cilantro, y es difícil para los consumidores identificar su procedencia. Otra preocupación es el aumento de enfermedades renales en áreas como Xalostoc, donde la proximidad a zonas industriales ha llevado al consumo de agua potable contaminada con productos químicos. A menudo, no sabemos la calidad exacta del agua que consumimos y es raro que alguien se comprometa a garantizar su pureza. Esto plantea un desafío para los consumidores, que confían en lo que se les dice sobre la calidad del agua que consumen.

E: ¿Usted ha participado en alguna investigación para contrarrestar toda esta problemática?

L: La realización de análisis de agua es compleja debido a la necesidad de recursos materiales, económicos y espacio. La CONAGUA es responsable de analizar la calidad del agua según normas mexicanas. Existen normas para agua potable y purificada. Las empresas que proveen estos servicios se ajustan a estas normativas. La institución regula estos sistemas. A nivel particular, pocas instituciones se preocupan por el medio ambiente si no hay beneficio económico. Por eso, el río Zahuapan está en mal estado, ya que no es lucrativo su saneamiento. Personalmente, no puedo realizar análisis directos debido a la necesidad de permisos y equipo especializado. Sin embargo, el Centro de Investigación en Biotecnología Aplicada en Tepetitla ha investigado esta problemática y ha intentado tratar el agua contaminada proveniente de la zona.

K: ¿Cree que las autoridades están tomando medidas efectivas para gestionar la contaminación del río Zahuapan?

L: Las instituciones reguladoras enfrentan dificultades para lograr una regulación completa. En Tlaxcala, la presencia abundante de ciudades industriales es notable, con industrias ubicadas en diversas áreas. Sin embargo, no todas estas empresas implementan medidas de contención ambiental, ya que muchas no encuentran rentable hacerlo. En situaciones donde la multa por desechar residuos de manera no regulada es menor que el costo de tratar adecuadamente esos residuos, las empresas prefieren pagar la multa. Por lo tanto, el control de la contaminación no es un incentivo significativo para ellas. Algunas empresas buscan obtener reconocimiento como ambientalmente responsables, lo que puede mejorar su imagen y facilitar la comercialización de sus productos. Estas empresas pueden adoptar medidas como el uso de tintas biodegradables o empaques reciclables para obtener ese reconocimiento, aunque puedan seguir desechando residuos tóxicos de manera inapropiada. En resumen, en el ámbito industrial, las acciones se llevan a cabo principalmente si se percibe un beneficio económico, mientras que la falta de este suele resultar en inacción.

E: ¿Cuál es su opinión sobre la participación de la comunidad en la resolución de problemas ambientales, como la contaminación del agua?

L: Creo que el problema es complejo. Muchos hablan de medidas como cerrar la llave, bañarse en menos de 5 minutos y reducir el uso de agua caliente. Pero, ¿cuántas personas realmente siguen estas recomendaciones? Algunos piensan que no importa si ellos usan un poco más de agua. Pero si muchas personas piensan así, el impacto es significativo. Por ejemplo, si una persona se baña en 10 minutos y ocupa 40 litros de más, 100 personas utilizan 4000 litros de más; esto se suma rápidamente. Otro ejemplo es el aceite comestible. Se recomienda no tirarlo directamente al agua porque contamina, pero muchos lo hacen sin pensar en las consecuencias. Si uno lo hace, otros lo siguen. Es difícil cambiar esto a nivel masivo si no hay conciencia individual. ¿Cuántas personas estarían dispuestas a usar un baño seco? Es una idea que a muchos les resulta extraña. Creo que la solución no está en un solo sector, sino en acciones comunes. Tal vez cobrar por el uso de agua pueda ayudar a crear conciencia, esto se ha mencionado antes, y parece que podría ser una realidad debido a la privatización del agua.

K: ¿Se siente informada sobre los riesgos a largo plazo asociados a la contaminación del Río Zahuapan o percibe una falta de adquisición a esta información?

L: Creo que la clave reside en difundir las fuentes de información pertinentes. A menudo, las investigaciones generan una gran cantidad de documentos, pero encontrar y acceder a esta información puede ser difícil. Es importante mejorar la divulgación para que la información sea accesible. Desconozco el alcance de las campañas actuales sobre este tema, pero antes era común ver carteles en algunas zonas. En resumen, el desafío está en el mecanismo de divulgación.

E: ¿A qué cree que se deba esta reducción de divulgación de información sobre la conciencia de ahorrar agua?

L: Supongo que la falta de interés haría resurgir la cuestión sobre el uso de redes sociales y otros medios digitales para obtener información. Actualmente, las fuentes de información físicas son escasas en comparación con las digitales. Cuando la gente encuentra una campaña en línea, a menudo la pasa por alto y busca otra información que considere más relevante. Solo cuando hay consecuencias significativas, la campaña captará su atención. Actualmente, el suministro de agua y alimentos se percibe como seguro para la mayoría, por lo que no se le presta mucha atención a menos que surja un problema grave.

K: ¿Percibe que la comunidad está informada sobre las consecuencias de la contaminación del agua, principalmente en nuestra región?

L: Entiendo que puede haber diferencias en cuanto a los niveles de conocimiento sobre este tema. Quizás solo un pequeño grupo esté completamente informado o sea consciente de la mayoría de las consecuencias, lo que no necesariamente refleja la perspectiva de toda la población.

E: ¿Qué medidas sugiere para abordar el problema de la contaminación del agua en nuestra comunidad?

L: Entiendo que el tema es complejo y requiere tiempo para abordarse adecuadamente. Es importante reconocer la importancia del agua, entender sus características y los diferentes tipos de contaminantes presentes. Las visitas a las plantas de tratamiento de aguas residuales pueden despertar diferentes reacciones en las personas. Algunos pueden sentirse motivados a cambiar sus hábitos al ver las consecuencias de la contaminación, mientras que otros pueden rechazar la experiencia debido al olor y la apariencia desagradable. Visitar un relleno sanitario también puede ser revelador, mostrando a dónde van los desechos y sus impactos en el medio ambiente. Para muchos, estas experiencias pueden impulsar un mayor cuidado en el consumo y la reducción de residuos. Además, comprender las enfermedades relacionadas con la contaminación del agua, como las enfermedades renales, puede ser un incentivo adicional para tomar medidas preventivas. En resumen, es necesario enfrentarse a las consecuencias directas de la contaminación para generar conciencia y motivar un cambio de comportamiento hacia prácticas más sostenibles.

K: ¿Cómo cree usted que la conciencia individual y la acción colectiva pueden contribuir de manera efectiva a la sensibilidad del problema?

L: Entiendo que cuando una persona se vuelve más consciente y toma más acciones, lo ideal es que empiece a influir en quienes la rodean, creando así una cadena de conciencia que se propague gradualmente. Esto generaría un efecto de bola de nieve, permitiendo que la conciencia sobre el problema mejore, aunque este proceso requiere un compromiso considerable.

   Retomando las ideas centrales perfiladas por la entrevistada Lucia Cabrera, la contaminación del agua es un problema complejo que afecta a comunidades en todo el mundo. En el caso del Río Zahuapan y su entorno, la falta de gestión efectiva y la negligencia industrial han llevado a una situación preocupante. Las enfermedades relacionadas con la contaminación del agua son una realidad, con impactos en la salud de las personas y el medio ambiente.

   A pesar de los esfuerzos de algunas instituciones y grupos de investigación, la divulgación de información sobre estos riesgos y la conciencia pública parecen ser insuficientes. Abordar esta problemática requiere un enfoque multifacético que incluya la participación activa de la comunidad, la implementación de medidas regulatorias más estrictas y una mayor divulgación de información. La conciencia individual y la acción colectiva son fundamentales para sensibilizar sobre este problema y promover un cambio de comportamiento hacia prácticas más sostenibles y responsables con el medio ambiente.

   A todas luces, la crisis de la contaminación del agua nos confronta con una realidad que no podemos ignorar. En cada gota contaminada y en cada río enfermo, vemos reflejadas nuestras acciones colectivas e individuales. Es un recordatorio de nuestra interdependencia con el entorno natural y de la responsabilidad que tenemos como custodios de este precioso recurso. La introspección y análisis nos lleva a cuestionar nuestros hábitos diarios y nuestras decisiones como sociedad. Bajo esta circunstancia, nuestra postura es: ¿Estamos siendo conscientes de las consecuencias de nuestros actos? ¿Estamos dispuestos a cambiar nuestros comportamientos para preservar la salud de nuestros cuerpos de agua y, por ende, la salud de nuestras comunidades?

  Queremos expresar nuestro sincero agradecimiento a Lucia Cabrera, por compartir su tiempo y conocimientos con nosotros. Su participación en esta entrevista ha sido invaluable para comprender mejor la complejidad de la contaminación del agua y sus impactos en nuestra comunidad. Las experiencias y perspectivas que ofreció son una visión única que contribuirá significativamente a la conciencia pública sobre este importante problema ambiental.

Referencia

Cabrera, A. (Marzo de 2024). Entrevista. (Hernández, L. y Santos, K. Entrevistadores)